
Una veterinaria le puso una inyección para inducir el vómito y le insertó una línea intravenosa para proporcionarle líquidos. Billy permaneció en la clínica toda la noche. "Fue muy aterrador ver los efectos del cannabis en Billy", confiesa Eccles, que insta a otros propietarios a "estar atentos" y a buscar "atención médica de inmediato" si a su perro le sucede lo mismo.
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