
Un hotel de Honolulu (Hawái, EE.UU.) registró a principios de esta semana un extraño insólito de vandalismo: una joven destruyó voluntariamente una escultura de arena instalada en el lobby sin motivo aparente. Una amiga grababa la escena con su teléfono móvil. Las dos fueron captadas por las cámaras de vigilancia del hotel.
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