
Varios católicos se han crucificado voluntariamente en ceremonias que recrean la muerte de Cristo con motivo de la celebración del Viernes Santo en diferentes localidades de Filipinas, informa AFP. Durante el ritual, hombres disfrazados de centuriones romanos meten clavos de unos diez centímetros en las palmas y piernas de los voluntarios, que después clavan en las cruces de madera. Quienes participan en la acción lo hacen para pedir perdón por los pecados y expresar gratitud por los favores concedidos.
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