martes, 26 de marzo de 2019

Brutal historia de esta torturadora nazi a espía de la CÍA



‘Brígida, la sanguinaria’. Hildegard Lächert parecía un “demonio demente”, tal y como aseveraban los supervivientes. Era como si una fuerza maligna se hiciera dueña de su mente y de su cuerpo. Hasta la expresión de su cara se tornaba cuando sentía esa violenta necesidad de golpear y asesinar. Esta guardiana fue el “azote sádico” de campos de concentración nazis como Majdanek o Auschwitz. Pero tras quedar en libertad, la sorpresa llegó cuando se convirtió en una agente espía de la CÍA.
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