
El equipo estadounidense de armeros entusiastas TAOFledermaus ha publicado en las redes sociales las pruebas de cartuchos 'reactivos' que desarrollaron y los sometieron a pruebas. Externamente, las 'balas-cohetes' impresas en una impresora 3D se parecen a corchos de vino espumante, pero tienen un hueco por dentro, para meter una carga propulsora a chorro. De allí que son del doble del tamaño de las balas normales.
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